
El cambio es la constante de los modelos de organización empresarial.
El ecosistema digital en el que ahora vivimos ha traído consigo un sinfín de servicios que se han convertido en herramientas para hacer frente a las necesidades emergentes, en un contexto como lo fue la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Con esto no decimos que la digitalización empresarial fue producto de la pandemia, sino que esta aceleró el proceso de digitalización que ya se venía dando.
Las empresas abandonaron sus sedes centrales para trabajar de manera remota desde casa (home-office) mientras otras se sumaron al sistema hibrido
Con la esperanza de regresar a la normalidad se adoptaron alternativas que sustituyeran la interacción cara a cara entre el equipo de trabajo, socios, clientes y prospectos.
Las alternativas no tardaron en transformarse en herramientas necesarias en los equipos de trabajo. Sus ventajas versan en la permisión y facilidad de movilidad, los flujos de información son continuos e instantáneos y permite registros de actividad.
Ahora se sabe que el 57% de las empresas mantendrán el home office, pues los resultados han superado las expectativas del mercado y supone ventajas sobre las estructuración tradicional empresarial.
Si bien al principio se ofertaron una cantidad impresionante de servicios, algunos lograron destacar y posicionarse al reinventarse de forma casi inmediata para atender la demanda y las necesidades de sus clientes.
Conmutador virtual
La comunicación interna y externa se facilita con la sustitución de conmutadores tradicionales que exigían la estancia en un sitio por un conmutador virtual de almacenaje en la nube. Solo requiere conexión a internet para mantener la comunicación, sin importar el sitio donde se encuentren las personas del equipo de trabajo.
Posibilita la organización del equipo por áreas, y pueden estar conectados desde cualquier dispositivo y no necesariamente en un teléfono fijo. Además en el contexto de la inmediatez, se cuenta con acceso a información estadística en tiempo real, y en términos económicos no requiere una elevada inversión
Desarrollo de aplicaciones para dispositivos móviles
No es una noticia que las empresas hayan recurrido a la digitalización empresarial por medio del desarrollo de aplicaciones para facilitar el contacto con sus clientes y prospectos.
Empresas de giro comercial apostaron por sumarse a las e-commerce que tuvieron un boom.
Las aplicaciones facilitaron el acceso a productos y servicios con pagos en línea, además que ofrecen una experiencia sencilla e inmediata que aumenta la fidelización de los clientes. Permite realizar trabajos más eficientes, aumenta beneficios y reduce costos, sumado a esto se tiene el acceso a datos que son fundamentales para la toma de decisiones de la empresa.
Cloud-working
Los espacios colaborativos migraron a la nube, los flujos de comunicación interna se adaptaron al cloud-working. La información siempre esta disponible de forma organizada, la comunicación se distribuye de manera inmediata, los trabajos colaborativos se optimizan. Esto permite compartir ideas, conocimiento y experiencia desde cualquier lugar, haciendo eco y contribuyendo a las mejoras empresariales, además de mejora la productividad.
Resaltar la comunicación en el espacio de trabajo siempre ha sido importante, pero ahora es necesario enmarcarla en el contexto digital. Las herramientas de las que se apoya la digitalización empresarial transforma y mejora modelos, procesos y actividades creando nuevas oportunidades.